Cómo saber si es el momento de presentarse a concurso de acreedores
La crisis provocada por la emergencia sanitaria está causando verdaderos estragos en el tejido empresarial de nuestro país. Prueba de ello son los cientos de negocios que se han visto forzados a presentar concurso de acreedores. De hecho, y según desvela un estudio elaborado por la consultora Informa D&B, los procedimientos de este tipo llevados a cabo durante el mes de septiembre han aumentado un 70% con respecto al pasado mes de agosto y casi un 20% en comparación con el mismo mes de 2019.
Según Manuel Urrutia, Socio y Director General de Confianz y especialista en derecho societario y en fusiones y adquisiciones, “existe una alternativa antes de dar por perdida una empresa en deterioro constante e incapaz de asumir sus deudas. Debe afrontarse como la última opción, pero el concurso de acreedores puede representar una solución que, organizado a tiempo, posibilita que los negocios vuelvan a ser viables.” El concurso de acreedores se ha convertido en la opción perfecta para reflotar empresas o para cerrarlas tras la crisis por Coronavirus.
Un alto porcentaje de los concursos de acreedores que se presentaron durante el mes de septiembre, acabaron en la liquidación de la empresa. Para evitarlo, presentarlo a tiempo se convierte en un factor clave. Es necesario que el empresario sepa reconocer que las cosas no van como se esperaba en lugar de continuar acumulando deuda o seguir invirtiendo sin obtener beneficios.
¿CÓMO SABER SI ES EL MOMENTO DE PRESENTARSE A UN CONCURSO DE ACREEDORES?
Manuel Urrutia sugiere los siguientes puntos a tener en cuenta.
- Disminución de los ingresos, sobre todo los recurrentes. Es decir, cuando los ingresos mensuales de un negocio empiezan a bajar asiduamente, dado que en nuestro país es más difícil que en otros acompasar los gastos a esa disminución, especialmente los salariales.
- Incumplimiento de las obligaciones. Cuando el negocio empieza a ir mal es habitual que se dejen de cumplir con las obligaciones, pero no sólo las que se tienen con Seguridad Social o Hacienda, sino también con proveedores u otros agentes que participan en la actividad. Estos es cuando nuestros clientes pueden estar pasando por una mala racha económica.
- Apalancamiento financiero elevado. O dicho de otra forma, tener una deuda financiera alta.
- Vencimiento de contratos o concesiones administrativas.
- Previsión de los cambios regulatorios en el sector. Los negocios no están aislados de lo que ocurre a su alrededor y, a veces, la actualización de normativas o la entrada en vigor de un nuevo marco regulatorio puede afectarles.
Dada la coyuntura, las previsiones oficiales ya vaticinan una oleada de procesos concursales en todos los sectores que aumentará de manera exponencial en los próximos meses y se prolongará hasta el 2021. Ante esta situación, lo más recomendable es tener la capacidad de prever con tiempo la toma de tan difícil decisión y ver el concurso de acreedores como una alternativa viable a tener en cuenta para salvar la empresa.
* Artículo extraído de la firma Confianz
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