Estrategia corporativa: ¿cuáles son las más comunes?

Publicado por SFAI Spain    09/03/2022   Actualidad, Competitividad, Consultoría, doing business, Empresas

Una empresa sin planificación es un proyecto sin rumbo. Tanto para una pyme como para una gran empresa, la estrategia corporativa debe ser la guía de todas las decisiones del día a día. Porque es la que establece los objetivos y la manera de conseguirlos. 

Para maximizar el valor de la empresa o grupo, puede tomar la forma de inversiones en diversificación, integración vertical, adquisiciones, desinversiones, reorganización de divisiones… Para ello, la estrategia corporativa tiene en cuenta todas las industrias en las que compite la compañía y abarca todas sus unidades de negocio.

Por lo tanto, la estrategia corporativa no es solo para grandes firmas que abarquen varias industrias o gran parte del mercado. También es un requisito ineludible para aquellos negocios que quieren comenzar a competir en nuevos mercados. Poco importa el tamaño y el número de empleados. 

La estrategia corporativa marca el alcance de la actividad de la empresa, su ámbito de actuación. Esta perspectiva permite enfocar el esfuerzo y las acciones concretas para el crecimiento y la expansión de la marca.

Porque no hay que olvidar que lo que hoy es un ventaja competitiva, será mañana un simple requisito básico para poder mantenerse dentro del mercado.

REGUNTAS BÁSICAS DE LA ESTRATEGIA CORPORATIVA

La estrategia corporativa debe primeramente responder a dos preguntas básicas: 

  • ¿Cuál es el mercado? Puede ser mantenerse en el mismo mercado, expandirse a nuevas regiones, retirarse de algún país…
  • ¿Qué queremos ganar? Cuál es la principal meta de la empresa.

A partir de estas dos cuestiones iniciales, la estrategia corporativa debe desarrollar la manera como alcanzar estos objetivos. Para ello, habrá que dar respuesta a toda una serie de preguntas secundarias: ¿qué capacidades debemos tener para cumplir los objetivos? ¿qué ventaja competitiva vamos a desarrollar?, ¿cómo podemos diversificar los productos o servicios?, ¿qué nos diferencia de los demás?, ¿qué están haciendo otros que nosotros no?, ¿cuáles son los riesgos a los que nos enfrentamos?

En última instancia, una buena estrategia corporativa debe combinar la emulación de las buenas prácticas que detectemos en otras empresas del mercado más el desarrollo de elementos de diferenciación que supongan una ventaja competitiva sobre la competencia.

Igual de importante es establecer una manera de valorar el rendimiento de la empresa en el avance de su estrategia corporativa. Es decir, aclarar cómo se va a medir el cumplimiento de los distintos objetivos, así com el desarrollo de todos los procedimientos y procesos involucrados.

LAS 3 ESTRATEGIAS CORPORATIVAS MÁS COMUNES

Alianza estratégica

La unión hace la fuerza. Crear sinergias, unir recursos y encontrar socios con los que generar una relación de win/win es una de las mejores maneras de ampliar mercado, aumentar la visibilidad y llegar a más clientes.

En la actualidad estas alianzas son cada vez más flexibles e incluso puntuales, lo que las hace especialmente adaptables para todo tipo de empresas. Pueden consistir en intercambios no monetarios de un servicio a cambio de otro, en la compartición de espacios logísticos, en la oferta de un servicio de forma conjunta…

Integración horizontal o vertical

  • Horizontal: la compra de otra empresa del mismo sector para llegar a un público mayor.
  • Vertical: incorporar una nueva fase del proceso de comercialización dentro de la misma empresa. Por ejemplo: comprar una compañía de distribución que permita evitar los intermediarios y controlar mejor los costes de acceso al mercado. 

Diversificación

Es peligroso poner todos los huevos en la misma cesta, motivo por el que las grandes empresas tienden a diversificar sus productos y los mercados en los que actúan. Este es el caso por ejemplo de muchas empresas de telefonía y líneas aéreas, que cuentan con una segunda marca para ofrecer servicios low cost. 

Esta diversificación es una manera de adelantarse o adaptarse a los cambios del mercado, así como disminuir el riesgo frente a los imprevistos. En su modalidad más extrema, la diversificación puede consistir en la apertura de nuevos mercados sin ninguna relación con aquellos en los que la compañía opera en la actualidad.

Podemos por último concluir que contar con una estrategia corporativa adecuada es de vital importancia en cualquier negocio. De su planteamiento y ejecución dependen en gran medida la trayectoria y el crecimiento de la empresa.

 

SFAI SPAIN

Artículo extraído de la web de Confianz, firma asociada a SFAI Spain

 

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