Revitaliza tu negocio y ponte a crecer (2)
Decíamos en nuestro artículo anterior que vamos a elaborar un plan a partir de 3 enfoques y para cada enfoque analizando las 7 dimensiones del plan. Podríamos haber escogido más dimensiones o sencillamente otras, pero nos ha parecido que la intervención sobre las 7 dimensiones que a continuación vamos a exponer, constituyen o pueden constituir parte de un programa que revitalice la empresa.
Vamos a centrarnos en la 1ª dimensión del negocio: La visión.
Una crisis tan prolongada ha provocado, en la mayoría de las veces, que perdamos de vista el largo plazo y nos concentremos en el día a día. Cuando nos ajustan los zapatos, pensamos más en cómo nos duelen los pies que en el futuro.
Esto debe cambiar. Para revitalizar la empresa es estrictamente necesario visualizar su futuro.
A principios de los 60, John Fitgerald Kennedy ofreció una visión del futuro, con motivo del programa espacial Apollo. Retó a la comunidad científica a conseguir un objetivo: Llevar a un hombre a la Luna y devolverlo vivo a la Tierra antes de que finalizara la década.
Su mensaje (visión) motivó a la comunidad científica para conseguir un logro, sin precedentes, hasta la fecha.
Es un ejemplo claro que refleja el poder de la visión de un líder o gestor en la generación de motivación, lealtad, orgullo, productividad, etc. de los empleados.
En la misma línea, para revitalizar a la empresa y ponerse a crecer es necesario visualizar su futuro y compartirlo con el equipo directivo, en primer término, y con todo la plantilla, en segundo término.
Para ello, es necesario definir claramente el propósito o cambio a realizar. Sirve para motivar y dirigir a los empleados para que consigan cumplir con los objetivos necesarios e invita a dar sugerencias que puedan ser evaluadas y procesadas.
«Una crisis tan prolongada ha provocado, en la mayoría de las veces, que perdamos de vista el largo plazo y nos concentremos en el día a día»
Antes de valorar distintas posibilidades de futuro del negocio orientadas a su revitalización, nos debemos preguntar cuáles son los valores y la misión. Si estos están claramente definidos, se puede plantear la creación de la visión concreta de futuro.
La planificación del futuro va siempre enfocada a realizar una serie de acciones concretas encaminadas a conseguir mejoras (por ejemplo, excelencia profesional, liderazgo, enfoque en el cliente, responsabilidad social, aumentar ventas, disminuir gastos, etc.).
La visión debe cumplir:
- Ser convincente y creíble
- Permitir que los integrantes del equipo visualicen el futuro
- Tener un enfoque que permita ser bien entendido por los empleados
- Sencillo de explicar y comunicar
- Ambicioso e inspirador
Para visualizar el futuro debe analizarse previamente el tipo de futuros clientes, los canales de distribución, la competencia, el valor añadido a ofertar, la fuente de ventas, los márgenes de beneficio y la identificación de los productos, servicios y capacidades tecnológicas necesarias para conseguir el cambio deseado.